VIDA A LA PREMIER

Quiso sufrir el Manchester City, retrasando innecesariamente sus líneas tras el tanto logrado por Carlos Tevez y pasando a depender del desacierto de un Chelsea gris , quizás como nunca esta temporada.

El penal fallado por Frank Lampard, a siete minutos del final y la ocasión desperdiciada por Drogba, hoy desconcentrado -cayo seis veces en Off-side- así lo denotan. No fue un buen día del líder y esta vez si lo pago, cayendo derrotado en un abarrotado Ciudad de Manchester (2-1).

Fue esta, la tercera caída de los "Blues" en esta campaña, aunque seguramente la mas dolorosa. Y lo digo teniendo en cuenta al rival que enfrento, un City que por otra parte acumulaba siete igualdades consecutivas en Premier y que llegaba entonado tras la goleada ante el Arsenal entre semana (3-0 por los cuartos de la Carling).

Jamás pudo imponerse el Chelsea, ni aun en ventaja, tras haberse visto beneficiado por el desgraciado tanto marcado en contra por Emmanuel Adebayor. Poco habíamos visto hasta ese momento, ya que tan solo se habían jugado ocho minutos.

El corre del reloj, sin embargo, fue consolidando una idea: la ventaja era inmerecida. El City se encargaba de demostrarlo, impulsado por un descomunal Nigel De jong. El ex Ajax y Hamburgo se robo un protagonismo reservado para otros. Siempre bien ubicado, corto y toco, sentando las bases de su formidable tarea en un despliegue físico envidiable.

El holandés fue el líder de la presión y su tarea, a la que se sumo un equipo que no escatimo en esfuerzos, impidió los contragolpes ofensivos tan temidos del Chelsea, al que se lo vio incomodo e inconexo. Deco y Lampard, esta vez no fueron solución, tampoco el poco participativo Ballack.

El tanto de Adebayor (37), esta vez a favor, no hizo otra cosa que impregnar de justicia un marcador, hasta ese momento, desfavorable para el local. El silbato de Howard Webb fue mas que un alivio para el cuadro de Carlo Ancelotti, ahogado y no por la incesante lluvia, por un City en alza.

Once minutos bastaron, tras la reanudación, para que el City pase a comandar el duelo. Tevez lo hizo posible al anotar de tiro libre, toda una rareza en el. De hecho solo recuerdo uno vestido de celeste y blanco, ante Perú y por los cuartos de final de la Copa América 04 y otro con la casaca del West Ham, cuando recién comenzaba a germinar su idilio con los aficionados "Gummers".

Quienes hoy lo ovacionan son los del City -descontando la felicidad que por estas horas deben tener los seguidores del United-. Cech fue participe y responsable casi absoluto de este gol, desprotegiendo su poste al correrse hacia el que custodiaba la barrera. Grosero error, dada su reconocida categoría.

La historia posterior ya se las he contado. El instinto de conservación pudo más y el City por poco lo termina pagando. Tuvo suerte en ese tramo final, que por más discreto que haya sido, no tiene porque salpicar una producción formidable. Tanto como el encuentro en si.

Veremos si este tropezón es caída para un Chelsea que llegaba entonado -sin contar su eliminación ante el Blackburn, en Carling- tras encadenar cinco victorias consecutivas, dos de ellas ante el United y el Arsenal, al que venció con autoridad de líder siete días atrás (0-3).

Autoridad y paciencia, sobre todo esto último, es lo que tuvo el Manchester United para destrabar su encuentro en Upton Park (0-4). Que el mismo haya terminado en goleada no debe sorprender a nadie, dada la poca resistencia que mostró el limitado once de Zola tras el tanto de Paul Scholles (45).

No se había esforzado demasiado el United hasta ese momento. Tampoco le hizo mucha falta. Fue este, uno de esos encuentros que tanto Ferguson como sus jugadores saben que tarde o temprano se va a decantar para su lado.

En frente, tuvo a un rival torpe, que avanzo de manera sumamente desordenada y busco dejar a sus delanteros mano a mano a través de pelotazos largos, esperando infortunios ajenos.

Como era de esperar, estos jamás llegaron y eso que el United presento una línea de fondo algo remendada, con Neville de central y Fletcher de lateral derecho. Sin contar que tras el desgarro de Gary en el ST, Carrick tuvo que ocupar su posición en la zaga.

Solo Guille Franco y posteriormente Alessandro Diamanti fueron capaces de iniciar alguna que otra acción, en la que el conjunto pudo dar al menos tres pases seguidos. Por cierto, no comprendo la suplencia del italiano, que ya había mostrado condiciones ante el Arsenal, al que privo de una victoria abrochada.

El golazo de Darron Gibson (61), tercero consecutivo tras los dos marcados ante el Tottenham, termino por romper un encuentro en el que se destacaron los veteranos Scholles y Giggs, termómetros de un bloque consolidado.

El local perdió toda cordura, dándole vía libre a un United que aprovecho las autopistas para darle realce a su victoria. Valencia anoto tras desborde de Anderson (derecha) y Ronney hizo el suyo tras la escalada del propio ecuatoriano por derecha. Bastaron dos minutos.

La Premier se ha reactivado y aunque el Chelsea (36) sigue como líder, con dos de ventaja sobre el United (34), son varios los que se animan a soñar. Incluso el Arsenal, ocho puntos por debajo de los "Blues, aunque con un encuentro menos.